La obra literaria nos permite viajar en el tiempo y el espacio sin movernos del ámbito que hayamos elegido para emprender ese viaje. Nos da la posibilidad de navegar con la imaginación; de trasladarnos a mundos desconocidos, fantásticos, maravillosos; de desarrollar nuestra capacidad creadora, aumentar el conocimiento, y explorar con la mente y el alma todas las posibilidades del Universo.
Esa travesía recorre distintas etapas. En los primeros años de vida surge la curiosidad por los colores y las imágenes. Ese viaje de exploración y juego a través de los sentidos va dando lugar al desarrollo posterior de la identidad personal.